En este verano, no quiero que mis hijos se contagien...

No quiero que se contagien de esa dependencia del siglo, no quiero que su felicidad dure lo que dura la carga de un tablet. Me niego a que se les queden los ojos cuadrados viendo tele y jugando con esas porquerías conectadas a la tele. No, no y no.

Los niños son niños hasta que dejan de serlo. Y cuando pasa eso? Ni idea. 
Sin embargo, hay una prueba infalible: se es niño hasta que si te dan un poco de tierra y agua, eres capaz de pasarlo increíblemente bien por horas (y de seguro muchos adultos descubrirían que llevan un tremendo niño dentro!)

Para este verano he invertido en legos, cuadernos y lapices, instrumentos musicales, boomerangs, palas y pelotas. (y Santa Clauss invirtió en una piscina que ya esta instalada). Cuando se aburran de esas cosas, habrá solo una opción: aburrirse.

Y espero eso pase bien seguido, como cuando uno era chico y divagaba por la casa diciendo "estoy aburrido... estoy aburrido" y nadie, NADIE, te daba el mas mínimo boleto.

Aburrirse es la forma mas optima para ser creativo y trae de regalo las mas grandes ideas. Si no, pregutenle a Arquimides y Newton, que por mas que pensaban, hicieron sus mas grandes descubrimientos cuando estaban aburridos y pensando en otras cosas.

Quiero que se aburran, que echen de menos ir a la escuela, que tengan que redescubrir sus propios juguetes que ya no pescaban, que lean mas y vean menos tele, que peleen y tengan que abuenarse, que hacer la cama se vuelva la actividad entretenida del día.
Quiero que ayuden a hacer la comida para que la encuentren mas rica que nunca, quiero que jueguen afuera hasta que la piel les cambie de color, quiero que cuiden a su gato, quiero que me traigan tomates de la huerta, pero mas que todo en el mundo... quiero ir con ellos al supermercado sin tener que llevarles un tablet o prestarles un celular.


Ok Ok, tampoco voy a exagerar. Los niños también tienen que adecuarse al mundo, pero todo en cierta medida, porque lo que ha pasado hoy en día, es que nos fuimos al chancho.
Yo nací en los '70s, crecí en los '80s y fui adulto en los '90s y creo que nunca dependimos de algo por tantas horas ni hacíamos los que nos daba la gana, porque nos daban una sola mirada; y todos sabían lo que seguía después.
Cuando nos gustaba alguien, era real, y si nos daban mariposas era porque lo veíamos y no porque se conectaba. Cuando nos enojábamos porque había que dejar de jugar, era porque teníamos que entrar a la casa y no porque se acababa la batería. Cuando nos peleábamos con alguien, era a grito pelao y a la cara y no mandábamos emails, mensajes y whatsapp de un lado a otro. Y cuando nos cansábamos era porque nos dolían los pies de tanto correr y no los pulgares de tanto usar los controles.

El mundo ha cambiado, pero no tanto. Aún hay parques, aún existen los columpios, las pelotas, los xilófonos, la tiza y los lapices de cera. 
Si la industria farmacéutica aún fabrica parches "curita" y agua oxigenada, es porque aún tiene fe en que los niños saldrán afuera y se van a sacar la reconchalalora y algún papá o mamá le tendrá que curar las rodillas y codos como alguien lo hizo con ellos, cuando tener costras en el cuerpo aun era un trofeo.
Así que cuando en este verano escuche la frase mas usada de todos los niños del mundo en vacaciones "estoy aburrido", en vez de enchufarlo, le diré SAL FUERA, DISFRUTA LA NATURALEZA, ENSUCIATE Y TEN UN DIA GENIAL!