domingo, 25 de noviembre de 2012

Efecto Mariposa


Sí, el Efecto Mariposa dio un giro completo a mi vida. Giro con vuelta triple y caída perfecta.
Cuándo?  
Hace una docena de años atrás, cuando mis diciembres aún eran con calor.
Cuando me di cuenta que el “Sí” de esos días, no se acercaba en lo mas mínimo a la mejor decisión para la vida.

Y así fue como lo cambié por un “No”, el mejor No. Y a ninguno de ustedes les llego ninguna invitación ni tuvieron que hacer ningún regalo (aunque  algunos los tuvieran que devolver, re-regalar o decidir usarlos).

Pero, qué provocó de ahí en adelante, realmente, ese sutil aleteo de mariposa en mi vida?
… Muchos, demasiados, abundantes, incontables, excesivos, numerosos, cuantiosos, considerables, inmensurables, enormes, descomunales, fenomenales, colosales y grandes cambios.

Me quité una mochila de la espalda.
Escribí.
Pasee.
Pinté.
Salí.
Ahorré.
Canté.
Parrandeé.
Estudié.
Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé. Y viajé…

Viví en distintos lugares, conocí gente increíble y culturas interesantes. Pasé los inviernos más fríos de mi vida, los veranos más calurosos, los otoños más amarillos y las primaveras más alérgicas.

Ahorré hasta las monedas más chicas y me deleité gastándomelas en las mejores ofertas.

Di el Sí en el momento oportuno, a la persona correcta. Y la vida me heredó lo más hermoso que se puede tener, aunque no sabía que venían sin manuales y con arrugas de regalo.

Y aquí voy, 12 años después, a sentir un diciembre de verano otra vez.
Un diciembre extraño para mi corazón, porque llevo a 3 de acá, pero me falta 1 allá.

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